lunes, junio 23, 2008

37 pisos y lo que más vértigo me daba era la arquitectura perfecta de aquellas curvas. Las curvas de sus piernas que se desvelaban eternas entre las sábanas de aquella cama desconocida. Jamás pensé que lo que más miedo me daría desde un edificio tan alto no fuese precisamente mi aversión a las alturas sino aquella mujer, aquellas formas sinuosas.

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